08 Febrero

Nuevas y viejas habilidades para triunfar ahora como jefe

Publicado por: Yo Exporto.

Artículo de Emprendedores.es

Aprovecha el talento de los empleados para situar tu empresa entre las más innovadoras y ágiles del mercado. Ése es el objetivo de la nueva forma de ser jefe que te proponemos en este dossier y que ya siguen directivos y emprendedores de éxito. ¿Estás preparado para dar más protagonismo a tu equipo y que sea éste el que se marque los tantos?

Si intentamos hacer un retrato robot de cómo son los jefes que mejores resultados están obteniendo ahora mismo en sus organizaciones, vemos que son personas menos visibles que los líderes de antes. Algunos, incluso tímidos. Muy alejados del jefe carismático que se cree imprescindible. “Es el estilo que puso en práctica en su día Nelson Mandela, demostrando en los 90 que la manera más eficaz de integrar un país y salir adelante era a través de un liderazgo más sereno, más tranquilo, menos de ordeno y mando. Y es el estilo que se impone ahora. Son líderes que podríamos llamar de bajo perfil. Personas que no les gusta aparecer, humildes, pero que por su trabajo, por el éxito que tienen sus empresas, tienen que darse a conocer. Personas que lideran con firmeza, pero no con dureza. Con las ideas muy claras”, explica Juan Carlos Cubeiro, Head of Talent ManpowerGroup y CEO de Right Management España.

Líderes serenos en mercados caóticos

“Es el momento del liderazgo de la serenidad. El mundo es tan complejo y ocurren tantas cosas que la respuesta mejor es la serenidad. También son líderes del optimismo inteligente, no como ingenuidad, sino que tratan de mirar la botella medio llena y mantenerse, como Inditex, que no ha funcionado en Japón y en Italia”, continúa Cubeiro.

¿Tienes tu ego controlado?

En el camino hacia esta forma de ser jefe, la principal barrera que se debe sortear es mantener el ego bajo control y aprender a quedarse en la sombra, cuando haga falta. Se ha demostrado que los líderes carismáticos absorben tanto protagonismo que quitan visibilidad a los otros. El líder tranquilo, por el contrario, huye del foco de atención, es más humilde, no tiene el ego desarrollado. Le motiva más conseguir retos y crear equipos duraderos que figurar. La capacidad para construir equipos, que siempre ha sido relevante, ahora es más importante. «Otra barrera importante en el momento actual es la tentación de liderar a corto plazo, por la presión del mercado. De hecho, una de las principales debilidades de los jefes de hoy son sus deficiencias en capacidades de futuro, como la co-creación, la interpretación de tendencias, la capacidad de imaginar en grupo o el desarrollo de personas… ”, explica el coach Fernando Iglesias.

¿Sabes que el miedo no lleva a ningún lado, verdad?

Pensar que el miedo a perder el puesto de trabajo actúa como un instrumento perfecto de motivación forzosa sobre los empleados puede hacer creer a algunos que no es el momento de cuestionarse si son buenos jefes. Nada más lejos de la realidad.

Con plantillas recortadas, a las que se les exige mayores esfuerzos a cambio de menos recompensas económicas y con mercados más competitivos y rápidos que nunca, la capacidad de ilusionar, hacer que la gente siga creyendo en el proyecto, participe y proponga nuevas ideas son más necesarios que nunca. De hecho, las empresas que mejor están haciendo frente a la crisis son las que han convertido el liderazgo y la motivación de su gente en el principal mandamiento en su forma de ser jefes.

Como explica Douglas McEncroe, autor del libro Cocinando liderazgo (Deusto), “en el momento actual las empresas necesitan líderes transformadores, porque el mundo fuera está cambiando mucho. Liderar sólo para seguir haciendo las cosas de la misma manera no funciona. El mundo cambia tan rápido, que una organización cada 10 años tiene que reinventarse”. Y aquí la forma de dirigir a tu gente juega un papel fundamental. “Ahora se necesita un liderazgo más democrático, dejar que la gente asuma más responsabilidad y que piense por sí misma. El líder actual debe limitarse a transmitir a su equipo cuál es la meta y la dirección a seguir y después darle libertad para que encuentre la forma de llegar allí. ¿Por qué? Porque así conseguimos equipos mucho más creativos”, añade McEncroe.

Rapidez, sobre todo

Reinventarse y responder con rapidez a los cambios inesperados. «Ésas son las dos claves que marcan la nueva forma de dirigir equipos. Y para eso hace falta el talento de todos los integrantes de una empresa. Sin importar el nivel de responsabilidad. Antes se buscaban líderes carismáticos, que se vendían mucho ellos mismos, pero se ha visto que estos líderes no han transformado el futuro de las organizaciones. Ahora se buscan líderes transformadores, capaces de crear cambios en las empresas y que dejen equipos formados”, dice Carlos Alemany, consejero delegado de Korn Ferry.

¿Aún funcionas con el halo del fundador?

Esta forma de gestionar equipos es adaptable y necesaria para cualquier empresa, pero las pymes tienen más dificultades para hacerla realidad. “Especialmente cuando todavía están dirigidas por el fundador, que suelen ser personas muy carismáticas o con mucho ego. No es una cuestión de tamaño ni de que sean empresas familiares, sino de protagonismo”, explica Carlos Alemany.

Otro problema añadido es que “durante mucho tiempo el fundador lo ha hecho todo y teme perder el control. Además, los otros tienen más dificultades para verse en paridad, en equipo”, comenta Fernando Iglesias, socio de Evocalia. ¿Cómo evitarlo? Una solución es buscar un gestor externo o socios con los que compartir el liderazgo. Si esto no es posible, “recordar que es una fantasía pensar que lo puedes controlar todo. Además, si gestionas a tus empleados así, terminarán trabajando para ti, para el jefe, en lugar de hacerlo para el mercado”, advierte Iglesias.


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